Era una niña delicada y hermosa, a la que nombraron Isabel. En ese momento, nadie se imaginaba el legado que dejaría Isabel Flores de Oliva, mejor conocida como Santa Rosa de Lima
Isabel Flores de Olivia, que nació en Lima, Perú, en 1586 y fue hija de colonizadores españoles, era una mujer excepcionalmente bella que al paso del tiempo sería conocida como Santa Rosa de Lima.
Los peruanos recuerdan a Rosa especialmente por su piedad y su castidad. Hoy en día, ella es la Patrona de Perú y todos los grupos cívicos la honran con gran entusiasmo en las celebraciones públicas de su fiesta que se celebra el 30 de agosto.
De acuerdo con la leyenda, una de las sirvientas de la familia tuvo una visión en la que vio que el rostro de Rosa se convertía en una rosa. El día de su confirmación, en 1597, Isabel recibió oficialmente el nombre de Rosa.
Desde temprana edad, Rosa tuvo el intenso deseo de entrar a la vida religiosa, y a menudo oraba, ayunaba en secreto y hacía penitencias difíciles. Recibía la Sagrada Comunión todos los días y dedicaba largos periodos en la adoración diaria del Santísimo Sacramento.
En su juventud, su belleza empezó a atraer pretendientes. Para alejarlos, Rosa desfiguró su rostro y se cortó su hermoso cabello largo.
Los padres de Rosa se oponían a su plan de hacer un voto de castidad, y deseaban que, el contrario, que su hermosa hija tuviera un matrimonio adecuado al nivel de su familia en la comunidad. Este conflicto de intereses tuvo como resultado discordia en la familia. Al final, su padre cedió y le asignó a Rosa una habitación especial en la casa, que sería solo para ella.
Rosa se enclaustró en su habitación, dedicando largos periodos a la oración. Se decía que solo dormía dos horas en la noche para tener más tiempo para orar. En su rutina de ayuno, renunció totalmente a comer carne, lo que en esa época era una restricción extrema en la dieta.
Al llegar a los 20 años de edad, se le permitió a Rosa unirse a la Tercera Orden de Santo Domingo. Ahí continuó con su vida de oración extrema, de ayuno y penitencia. Se sabe que para recordar la Corona de Espinas de Jesús, ella usaba una pesada corona de plata que tenía clavos que se clavaban en su carne.
Rosa murió el 25 de agosto de 1617, a los 31 años de edad. Según la leyenda, ella predijo con exactitud la fecha de su muerte. Se decía que su funeral fue un evento de importancia, al que asistieron todas las autoridades de la Ciudad de Lima.
El Papa Clemente IX beatificó a Rosa en 1667 y el Papa Clemente X la declaró Santa, canonizándola en 1671. La Fiesta de Santa Rosa se celebra el 23 de agosto alrededor del mundo, aunque en algunos países, como Perú, se celebra el 30 de agosto.
Hoy en día, las personas que visitan Lima pueden visitar la Casa de la Familia de Santa Rosa, que actualmente es un Santuario para honrar a esta santa, que creció ahí. Su Capilla y la Celda donde vivió y oró, se preservan en su estado original y los turistas pueden visitarlas y orar en estos lugares sagrados.
A los turistas que visitan el Santuario de Santa Rosa, también se les invita al Santuario de San Martín de Porres en Lima, que está cerca de ahí. San Martín fue consejero espiritual y compañero de Santa Rosa de Lima.
Santa Rosa de Lima es la patrona de los bordadores, los jardineros, los floristas, los que sufren porque otros los ridiculizan debido a su piedad, y de las personas que sufren a causa de malentendidos y problemas familiares.