Un centro educativo, que pertenece a la Congregación Santo Domingo, por tanto, ejecuta los lineamientos generales de la Congregación Santo Domingo en materia educativa. En él se imparte una educación cristiana, de calidad, integral e inclusiva, en los niveles de Educación Inicial, Educación Primaria y Educación Media General. Fue fundado por las hermanas dominicas en 1923 quienes, convocadas por el Espíritu de Dios, se sintieron llamadas a seguir los caminos del Evangelio al estilo dominicano de la Madre Teresa, mediante el ejercicio de la docencia en tierras venezolanas.
Este centro educativo está establecido según el marco jurídico de la Escuela en Venezuela de acuerdo a la Ley Orgánica de Educación, inscrito en el MPPE (Arts. 56, 57 y 106), bajo el N° S-0336D1503
Nos regimos por los principios consagrados en la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente, entendiendo que éstos son sujetos de derecho y nuestro principal objetivo es y ha sido siempre la búsqueda de su interés superior.
Ante el panorama de oscuridades que reina en nuestro país, nosotros/as como educadores/as dominicos/as del Colegio Santa Rosa de Lima, tenemos el reto ineludible de continuar la misión formativa de sus fundadoras: ser antorchas de esa Luz Verdadera que es Jesucristo y ser constructores/as del conocimiento, de justicia, paz y cuidado de la creación y de la solidaridad fraterna. Nos sentimos animados/as para formar desde el Espíritu de Dios que aletea por encima de la oscuridad y del caos de nuestro tiempo y de nuestras propias limitaciones, para ser luz que alumbra un amanecer de esperanza y de vida para los niños, jóvenes y familias de nuestra comunidad educativa.
Dios Creador y Maestro por excelencia, crea la semilla, la siembra y la riega y también confiadamente le entrega la tarea al educador/a para que le ayude a regar esta semilla y juntos hacerla germinar y crecer para que dé muchos frutos. En este sentido, el P. Amadeo Cencini, FDCC, nos dice: “Educar, es propio de Dios-Creador, que creando educe, saca las cosas del caos y las criaturas de la nada, para dar orden y transmitir vida”. Educar significa siempre participación en la acción creadora y constructora de Dios. Los/as educadores/as tenemos en nuestras manos la misión de ser copartícipes en la acción creadora de Dios, según su voluntad.